lunes, 8 de junio de 2009

La Eucaristía y el Corpus Christi.

Para celebrar con frutos espirituales y totales esta Fiesta, nos conviene recorrer brevemente algunos conceptos básicos de la Eucaristía y del Culto Eucarístico.

¿Qué celebra la Iglesia en ese día?

La Fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Jesús Resucitado entregados por nuestra salvación, y su intención de quedarse hecho pan hasta su Segunda Venida Gloriosa, en la Parusía o Juicio Final.

¿Dónde contemplamos esta presencia de Jesús hecho pan?

Principalmente en los Sagrarios, donde se “reserva” la eucaristía para ir a adorarla en soledad, silencio y contemplación.

¿Cómo se produce esta conversión del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús?

Por la Sucesión Apostólica, nuestros Obispos tienen el poder servicial de consagrar el pan y el vino, y Jesús actuando en ellos transforma esas especies en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en su estado actual, es decir, Resucitado, dador de Vida en Abundancia y de Poder en el Espíritu.


A esta transformación se la llama “transubstanciación” (CEC 1375-1376):

Cambia la substancia del pan, que no es ya más pan, sino el Cuerpo Resucitado de Jesús, y lo mismo con el vino.

Permanecen lo que filosóficamente se llaman los “accidentes”: el color del pan, su gusto, su aroma, su rugosidad al tacto, su sonido cuando lo partimos.

Pero no su substancia, que es ya el Cuerpo del Señor.

En esta tarea, colaboran con ellos los presbíteros, ya que los Pastores no podrían atender a todos, como en los primeros tiempos del cristianismo, en el que el rebaño era muy pequeño, hasta la conversión del Imperio Romano a principios del siglo IV.

¿Qué es la adoración eucarística?

Sí, decimos bien. Adoración.

Porque se le tributa el mismo culto que a Dios, ya que el Hijo no solamente quiso hacerse hombre en Jesús de la Villa de Nazareth, sino que incluso se hizo una cosa inanimada, un vegetal, es decir, pan, en la cumbre de la humildad y del anonadamiento (el hacerse “nada”).

¿Qué formas de adoración existen fuera de la Misa, que es el lugar de consagración del pan y del vino en el Cuerpo y en la Sangre de Jesús?

1. Como ya dijimos, la soledad contemplativa y silenciosa ante el sagrario, donde también se reserva el Cuerpo para ser llevado a los moribundos, a los enfermos y a quienes lo pidan con justa causa fuera de la Misa (NRRS, notas prel. 5).

Es decir, lo que llamamos las Visitas al Santísimo Sacramento.

En la tradición espiritual cristiana, ellas se caracterizan por ser actos fervorosos y breves ante el Sagrario, elevando el alma hacia Jesús Sacramentado y tratando de unirse a Él.

Son actos fervorosos y breves porque, de mediar más tiempo, ya sería algún tipo de meditación u oración, pero no la Visita.

Puede acompañar alguna jaculatoria que enardezca el alma, principalmente el pronunciar el Santo y Dulcísimo Nombre de Jesús.
Y pueden repetirse durante el día.

Estas visitas se pueden hacer, en caso de no poder lograrlo físicamente, también espiritualmente, al pasar junto a un templo o cercano a él, encontrándose el mismo cerrado, o habiendo imposibilidad cierta de entrar por alguna causa justa (tiempo, hay otra celebración, etc.).

O desde el hogar, no pudiendo acercarse al templo por enfermedad u otras circunstancias.

2. La exposición con el Copón, abriendo el tabernáculo o bien depositándolo sobre el altar.

3. La exposición con la Custodia (ostensorio en forma circular de Sol, cuyos rayos rectos representan la luz y el calor del Señor, y sus rayos ondulados el amor y la ternura de Dios). Colocada sobre el altar.

¿Qué otras formas hay de culto eucarístico fuera de la Misa?1. Las procesiones eucarísticas (NRRS, íbid 86ss.).

Aquí se enmarca la Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre del Señor (“Corpus Christi”) celebrada cada año, de acuerdo a las circunstancias y costumbres de cada lugar.

En San Juan, Argentina, se suspenden todas la Misas de la mañana en las Parroquias y se reúnen todos con el Pastor Arzobispo Arquidiocesano para tributar culto conjunto al Misterio Eucarístico de Nuestro Señor Jesús, Rey de Reyes y Señor de Señores.

Es conveniente que primero se celebre la Misa, y con la hostia recién consagrada se realice la procesión como manifestación sacramental de ese signo de fe.

2. Los Congresos Eucarísticos.

Es una “concentración cristiana” en la que se pueda conocer más profundamente algún Misterio de la Eucaristía, y venerarla públicamente como vínculos de caridad unitiva.

Se tiene muy en cuenta la elección del TEMA a tratar, con el que se avanzará en el conocimiento del Misterio Eucarístico, y para el cual se harán oportunas y exhaustivas consultas al Pueblo Santo de Dios.

Debe favorecer los estudios teológicos y el bien de la Iglesia local.

Las tareas en el Congreso serán :

a) Una catequesis más intensa acerca de la Eucaristía.

b) Una participación más activa de la Liturgia, escuchando la Palabra de Dios y estrechando lazos de fraternidad.

c) Investigación de recursos y obras sociales para los más necesitados, en vistas a su promoción humana y a la comunicación de bienes, aún temporales, como hacían las primeras comunidades cristianas.

Las Normas del Congreso serán las siguientes:

a) La Eucaristías celebrada será el centro y la cumbre de todas las formas de piedad.

b) Las celebraciones de la Palabra de Dios, encuentros catequísticos y conferencias, deberán tender a la profundización del tema propuesto

c) En lo referente a las preces y adoración, deberá darse precedencia a las Iglesias más aptas parta estos cometidos.

d) En la procesión eucarística, deberán tenerse en cuenta la condición social y religiosa de cada lugar.


Gustavo Daniel D´Apice
Profesor Universitario de Teología
Pontificia Universidad Católica

gusdada@uolsinectis.com.ar
http://es.catholic.net/gustavodaniel
http://gustavodaniel.autorcatolico.org/

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